
La observación es una actividad del ser humano y además es un elemento fundamental para las investigaciones. Permite observar los hecho tal cual como ocurren y sobre todo aquellos que le interesa y considera significativos el investigador. Se emplea básicamente para recolectar datos del comportamiento o conducta del sujeto o grupo de sujetos, hechos o fenómenos. En toda observación intervienen elementos muy precisos como son: el observador, persona que se encarga de codificar las situaciones o eventos ocurrentes; el instrumento de registro, que puede ser directamente los sentidos o instrumentos mecánicos como cámaras de video, fotográfica, termómetro, cinta métrica, escala de color, grabador, entre otros; y la situación observada, que es un complejo de múltiples eventos y relaciones, del cual hay que seleccionar lo que se pretende estudiar.
Como técnica de investigación, la observación tiene amplia aceptación científica. Los sociólogos, psicólogos, médicos, bioanalístas, físicos, químicos, biólogos e ingenieros industriales, entre otros, utilizan extensamente ésta técnica con el fin de estudiar, por ejemplo: a las personas, insectos u animales en sus actividades de grupo y como miembros de una organización, o reacciones químicas entre sustancias. El propósito de la organización es múltiple: permite al analista determinar que se está haciendo, como se está
haciendo, quien lo hace, cuando se lleva a cabo, cuanto tiempo toma, dónde se hace y por que se hace. En el caso de elementos físicos o químicos el investigador observa hechos o reacciones de elementos al unirlos, mezclarlos o separarlos, en algunos casos al inyectarlos en un organismo o extraer de un organismo algún elemento.